Los altos índices de agresividad en los adolescentes y aquellos factores que los predisponen, llegan a ser una problemática, puesto a que la gran parte de los estudiantes que presentan estos indicadores, no saben cómo afrontar o cómo manejar dichos comportamientos. Esta situación, a la larga, va produciendo una serie de problemáticas que no solo afectan sus interacciones dentro del ambiente académico, sino también en la adquisición del aprendizaje y el bienestar mental de cada uno de ellos.
En Perú, el Ministerio de Educación (Minedu, 2018) detectó en las escuelas secundarias una serie de reportes de 14.408 casos de agresión, representando el 55% del total de la población estudiantil, así también, el informe de datos estadísticos indicó que el 46.2% de los alumnos sufrió violencia física, el 16.3 % violencia sexual, el 22.1% violencia psicológica y, finalmente, el 11% violencia verbal.
Debido a la importancia de su estudio en una zona específica, la estudiante de la carrera de Psicología María Humareda y la docente Jennifer Yucra establecieron como objetivo determinar la relación entre agresividad premeditada e impulsiva y el bienestar psicológico en estudiantes de secundaria de una institución educativa de Lima Sur.
Así, la investigación fue correlacional, de diseño no experimental y corte transversal. La muestra estuvo conformada por 445 estudiantes de ambos sexos, entre 11 a 18 años de edad. Los instrumentos utilizados fueron el Cuestionario de agresividad premeditada e impulsiva CAPI–A, y la escala de bienestar psicológico BIEPS – J. Como principal hallazgo, se encontró relación inversa entre el puntaje total de la agresividad premeditada e impulsiva y cada dimensión de bienestar psicológico; control de situaciones, aceptación de sí mismo, vínculos psicosociales y proyecto de vida.
Para mayor detalle de esta investigación, ingresar al siguiente enlace: acortar.link/42zGl4
